Los móviles ¿una nueva adicción entre los adolescentes?
-
¿Qué te gustaría que te regalen para tu
comunión?
-
Un móvil.
Esta es la respuesta que suelen escuchar los padres cuando
les preguntan a sus hijos, se ha convertido en el producto estrella y que todos
esperan para ese día. Esta situación es
complicada para los padres, ya que no se sabe si puede ser algo positivo o
negativo para sus hijos.
Los niños de hoy en día han crecido usando las nuevas
tecnologías, no es algo negativo siempre que se utilice de forma adecuada, ya
que en Internet pueden encontrar mucha información que les puede ayudar a realizar
cualquier trabajo o encontrar alguna explicación de ejercicios que no sabe
hacer.
El problema llega cuando los adolescentes no saben controlar
el tiempo que le deben dedicar, todos ellos poseen cuentas en diferentes redes
sociales como Instagram, Twitter, Facebook…, ahí es cuando puede comenzar el
problema, ya que se puede llegar a convertir en una adicción. Hay muchos
adolescentes que viven mostrando sus vidas en las redes sociales, en vez de
disfrutar los momentos con su familia y amigos.
Muchas veces, este exceso por estar conectado en las redes
sociales durante todo el día hace que se dejen de hacer otras cosas más
importantes como puede ser mantener una conversación con la persona que tienes
al lado y esto provoca que no sean capaces de relacionarse si no es a través de
las redes sociales.
Un menor puede tener acceso a Internet siempre que sus
padres controlen los sitios web que visitan o con quién hablan e incluso las
conversaciones que tienen, controlar el tiempo que invierten e intentar que
realicen otras actividades en las que no necesiten utilizarlos como puede ser
la práctica de algún tipo de actividad física.
Según la asociación Proyecto Hombre los casos de jóvenes y
adolescentes que acuden en busca de ayuda por su adicción a internet se han
multiplicado casi por veinte en solo tres años. En 2016 sus especialistas
ayudaron a 51 jóvenes con serios trastornos por pasar hasta 12 horas diarias
colgados del móvil, la tablet o el ordenador.
El presidente de Proyecto Hombre, Luis Bononato, hace un
llamamiento a los padres para que presten atención a los indicios que delatan
que su hijo puede estar atrapado por internet, porque la mitad de los
progenitores desconoce las web o redes por las que navegan o el uso que hacen
de Whatsapp, el chat que les ocupa más tiempo. Recomienda fijarse en tres tipos
de síntomas que pueden delatar la afectación del menor. El aislamiento social,
la pérdida de habilidades para relacionarse y el abandono de amigos y la
soledad. También hay que estar atento a alteraciones del comportamiento como el
abandono de tareas escolares, conflictos familiares, desorden de horarios, alteración
del sueño, conductas pre delictivas, o agresividad (sobre todo si se desata al
obligarle a desconectarse). Y, por último, a otros trastornos emocionales, como
apatía, desmotivación o inestabilidad emocional.
Beatriz López Bernal
Me a parecido muy interesante tu artículo, ya que hoy en día la adicción que tienen los jóvenes en el uso del móvil, es muy importante que lo tengamos en cuenta, porque puede ocurrir algo grave si no se coge a tiempo, puede generar muchos problemas en la vida de esos jóvenes, como agresividad en la comunicación con sus padres, siempre pendiente del móvil, y no escucha a la persona que tiene al lado, no juega con sus amigos, porque tiene que estar con el móvil, y están desmotivados en el estudio, en mi opinión pienso que los padres deberían estar más pendiente de sus hijos, y controlando lo que hacen sus hijos por Internet, y que tengan un horario, primero a estudiar y luego de tal hora a tal hora puede coger el móvil, y controlando lo que están haciendo en Internet.
ResponderEliminarEstefanía Bernal Álvarez
Hola Bea.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante tu artículo.
Mi opinión personal es que esta es una costumbre que los padres deben enseñar desde pequeños a sus hijos: tener unos hábitos equilibrados en su uso de las tecnologías. La prohibición completa de las tecnologías es algo que no es compatible con el tipo de vida que tenemos, pues es un mundo muy globalizado e incluso en los colegios e institutos son recursos que se usan para el aprendizaje.
En mi caso personal, tuve mi primero móvil con 8 años. Mis padres trabajaban y yo iba y venía de clases sola, por lo que ellos se quedaban más tranquilos si yo tenía un móvil con el que llamarlos si algo pasaba (un móvil sin Internet, por cierto).
Como en este caso, un uso adecuado de los móviles y de las tecnologías en general no es malo, sino necesario, siempre y cuando, como has mencionado tú, se tenga un control parental sobre lo que hacen los hijos y por cuanto tiempo.
Saludos Bea.
Karen Rodríguez.
Hola Beatriz:
ResponderEliminarDesde mi punto de vista es un tema puntero hoy día, ya que se nos esta yendo de las manos respecto a los mas pequeños. El abuso de los celulares.
La tecnología definitivamente es un gran recurso para la educación de los hijos y las habilidades que puedan adquirir también son de gran ayuda, pero no hay que olvidar que necesitan estimular otras habilidades, por ejemplo motoras y sociales, que se aprenden también desconectándose de la tecnología. Por supuesto, no menos importante, no olvidar que la conexión más importante es la humana.
Por lo que los niños de hoy no sabrán lo divertido que era vivir sin celular, sin ningún control tecnológico mas que el reloj de nuestra madre en la hora de la merienda.
Atentamente Belén Mora.
Hola Bea, me ha parecido muy interesante tu artículo ya que es algo que hoy en día está ocurriendo. Los niños de hoy en día están enganchados a la tecnología y no disfrutan de su niñez, de salir a la calle a jugar, entre otras cosas. También a la hora de la comunicación en persona, esto ha afectado, ya que ocurre muchas veces se han dado casos como estar en familia o en algún sitio con los amigos, y que la mayoría de la gente esté más pendiente del móvil que de disfrutar el momento.
ResponderEliminarEn conclusión, pienso que en el mundo en el que vivimos, el uso de la tecnología es algo importante, pero hay que saber para qué y cuándo hacerlo. En el caso de los adolescentes, mi opinión es que los padres deberían poner ciertos límites de uso.
Alejandro Vargas Valero.