¿PUEDEN LOS POLÍTICOS CONTROLAR SU COMUNICACIÓN NO VERBAL?
Nota de la autora: Ante todo, me gustaría dejar claro que no siento
ninguna predisposición hacia ningún político, ya que, básicamente realizo un
análisis objetivo de la comunicación no verbal sobre ellos, atendiendo a su lenguaje corporal.
Esta pregunta, puede que se
la hagan a menudo, y mi contestación sería que “hasta cierto punto”.
En
comunicación no verbal se engloban muchos gestos y no todos tienen el mismo
nivel de consciencia. Por ejemplo, nadie es capaz de controlar su dilatación de
pupilas, ni nos damos cuenta cuando se dilatan. Y sin embargo, nos pueden dar
bastante información en el terreno de la seducción o de la detección de
mentiras. Éste sería un ejemplo extremo de gesto inconsciente. En el lado
opuesto, podemos controlar perfectamente qué ropa nos ponemos. Y eso también da
mucha información sobre nosotros. Estaríamos ante información no verbal que
facilitamos de manera totalmente consciente.
Pero
luego, el partido se suele jugar con un montón de gestos semiconscientes. Es
decir, gestos que en principio hacemos sin darnos cuenta, de manera
inconsciente, pero de los que, en un momento dado, podemos tomar consciencia y
controlar. El caso típico de este tipo de gestos es el movimiento de las manos.
Os dejo un vídeo más abajo con un
ejemplo típico de cómo Rajoy gesticula con las manos. Podemos ver cómo alterna
constantemente las manos: derecha, izquierda, derecha, izquierda, etc. Esto es
muy habitual en él.
Este movimiento no podemos decir que sea natural. Lo natural sería
gesticular con una sola mano y, en algún momento, cambiar a la otra o mover las
dos para enfatizar algo. Pero no es natural alternar tanto las manos. Además,
podemos ver muchas veces cómo el gesto, es decir, el movimiento de las manos,
va detrás de las palabras. Los gestos semiconscientes como debería ser el
movimiento de las manos preceden siempre a la palabra. Esto se debe a que se
trata de gestos dirigidos desde nuestra capa cerebral límbica, que se activa
antes que la capa cerebral racional, donde se desarrolla el discurso de la
palabra.
Estas incongruencias hacen que el discurso se perciba de manera
menos creído y por tanto menos creíble. Se percibe ensayado y sin emoción.
Así
que, a la pregunta de que si los políticos pueden controlar sus gestos, la
respuesta sería sí, pero hasta cierto punto.
Aquí
os dejo el vídeo que mencionaba anteriormente.
Cuando
un político dice algo, millones de personas escuchan. Esto condiciona,
inevitablemente, su discurso, su lenguaje y sus intenciones. Durante cualquier
campaña electoral, podremos observar como los políticos españoles hablan más de
lo normal y prodigan como nunca en los medios y los actos públicos.
Todos
ellos se comunican relativamente bien, aunque no siempre se les comprenda, pero
carecen de una cultura de la argumentación. Algunos expertos dicen, que el uso
de muletillas o el habitual “andarse por las ramas” son sus principales
defectos. El máximo exponente de la "perfección lingüística y
discursiva" no está en activo: es Manuel Azaña, que fue presidente de la
Segunda República española, "un prodigio de la claridad expositiva, del
orden y la lógica".
En
este caso, parece que cualquier tiempo pasado fue mejor, señala, sobre todo si
escogemos como "prototipo" de la oratoria política el discurso
parlamentario, "extremadamente pobre" en España. Sus señorías suelen
hacerle "un mal favor al lenguaje" en algunas de sus intervenciones
en el hemiciclo y se olvidan de algo imprescindible, "hablar con
propiedad". Las frases de nuestros políticos están llenas de
"tautologías -redundancias- innecesarias" como, por ejemplo, la expresión
"sí o sí" y de abusos semánticos, como la palabra "reto",
que utilizan para todo. Son, además, ambiguos -"es una falta de respeto al
ciudadano"- y no incluyen cultismos. Los políticos "no quieren
parecer petulantes" y por ello, entre otros factores, se terminan a veces
olvidando del "decoro lingüístico", que habría que hacer hincapié en
la "responsabilidad" que supone hablar para un colectivo tan grande y
plural -todos los españoles-, con tantas diferencias culturales, sociales o de mentalidad.
Os dejo a continuación una foto donde podemos ver representadas
algunas expresiones no verbales que se pueden hacer solo con la cara.
ESCRITO POR JESSICA VILLALOBOS GLEZ.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEchando vistazo a tu escrito varias preguntan me rondan la cabeza, una de ellas es si existe algún político sincero y si los españoles creemos en nuestros políticos. He investigado un poco y las calificaciones que estos suelen obtener en la encuesta del CIS, dicen que nos fiamos mas bien poco, lo cual me lleva a otra pregunta, eso de controlar todo lo que hacen y dicen, ¿Es lo mejor?Estamos en un momento en el que la reputación de los políticos está bajo mínimos, y tendemos a sospechar cada vez mas de ellos.
ResponderEliminarLamentablemente tengo que darte la razón, ya que yo misma tampoco confío en lo que dicen ninguno de ellos, pienso que ni ellos mismo se creen a veces el discurso que por supuesto le preparan, porque dudo mucho que eso sea escrito por ellos.
EliminarReferente a lo de que puedan controlar lo que hacen, creo que todos podemos hacerlo en cierta parte.
La reputación de los políticos, creo que hace tiempo que cayó, pero se lo han buscado ellos mismos.
Un saludo Dani.
Jessica.